Las botas de las siete leguas!!

Cuántas veces nuestros hijos se ponen obstinados con algo, se enfadan, lloran y es difícl sacarlos de ahí. Nos ponemos nerviosos y no sabemos que hacer. Solución: Imaginación al poder y buen humor. El otro día mi sobrina me llamó que si le podía bajar unos zapatos de Lucía para su hija Sara(3 años) ya que los de la pequeña le hacían daño y no se había traido otros, yo encontré unos zapatitos rojos que ya le iban pequeños a Lucía pero en cambio le iban bien a Sara. Lucía ya estaba lista para salir solo le faltaba ponerse las botas y al ver los zapatos, adiós, quería ponerse los zapatos y hazle tu entender que le van pequeños y encima que se los vas a llevar a su prima Sara, total drama al canto. Y entonces la bombilla se encendió y me acordé del cuento de pulgarcito:
Yo:  Lucía, mira mira hay un gigante dormido y lleva puestas las botas de las siete leguas
Lucía: Qué?
Yo: (escondo las botas debajo de una mantita)si si aquí debajo de la manta está el gigante dormido coge sus botas póntelas y vuela con ellas antes de que se despierte, con estas botas correrás mucho.
Lucía: Si si ven mami (su padre haciendo de gigante roncando)
De mi mano levantó la mantita con cuidado cogió las botas las pusimos deprisa mientras el gigante (su padre) se despertaba y nosotras entre risas salíamos pitando, luego bajamos a buscar a su prima y tranquilamente le dimos los zapatitos. Ahora cada día hacemos lo mismo para ponerse las botas (es lo que tiene).

las botas de las siete leguas.