En la cocina...

Una de las cosas que toma principal relevancia durante la crianza de nuestros hijos es la alimentación. Nuestra preocupación es que coman lo mejor posible, eso no es que coman mucho si no lo más sano posible, comenzando por la lactancia materna y continuando luego con los sólidos. El hecho de comer conlleva toda una ceremonia desde la elaboración hasta que la família se sienta en la mesa, y en este mundo de prisas creo que vale la pena recuperar algunos hábitos que ayudan a la buena alimentación.

 Cuando era pequeña recuerdo que me encantaba pelar las judías verdes o desgranar habas sentada con mi abuela en la mesa, batir un huevo, ver como preparaba la masa para las croquetas y coger un poquito mientras reposaba, entonces los días eran más lentos y la comida precocinada casi no existía.

La cocina es un lugar importante de reunión,de conversación, es un lugar con mucha vida en el que los niños tienen un universo repleto de actividades. Pueden aprender matemáticas: pesos, medidas, tiempos...Experimentar cientificamente: derretir, evaporar, congelar, mezclar... Desarrollar la creatividad: moldear, decorar, dibujar... Experiéncias sensoriales, sabores, tacto, olores... es como tener un taller con su laboratorio.

Elaborar platos con ingredientes que la tierra nos proporciona, hacerlo en família como más nos guste, hablando, escuchando música...(no es raro sobre todo a la hora de las cenas, encontrarnos en casa con música canturreando o bailando con las niñas).  Todos tenemos en nuestra família un recuerdo, un olor, un sabor, un plato que nos transporta a algun momento de nuestra vida,  demos a la comida y a la forma de cocinarala, haciendo partícipes a los niños, el lugar de privilegio que merece.

Receta de Tarta de Manzana


Coger una lámina de hojaldre y estirarla cortarla en cuatro partes cuadradas, pinchar el centro con un tenedor, añadir en el centro de  cada parte una manzana cortada a trozos, añadir margarina y espolvorear con azúcar, poner en una bandeja con papel para el horno y meter en el horno precalentado a 180 hasta que esten doradas. Sacar y dejar enfríar, pintar las tartas con mermelada de albaricoque.