En muchas ocasiones es difícil conectar con tu hijo adolescente, se plantean muchas dudas y miedos. Hace un tiempo en el libro
" su hijo una persona competente" de Jesper Juuls (ya le dediqué una entrada en su día) leí algo que para mí define perfectamente lo que ocurre en la adolescencia .El adolescente pasa por un duelo, duelo por el niño que se deja atrás, y todo duelo produce fustración, confusión, sentimiento de pérdida y se resiste a dejarlo marchar. El adolescente ve como cambia su cuerpo y no siempre a su gusto, un sentimiento por reafirmar la propia individualidad frente a los demás (especialmente los padres) aparece, y frente a todo esto nos encontramos, nosotros los padres, tan perdidos y confusos como ellos. Recurrimos al control o al sermón para no sentirnos excluidos de su mundo pero eso nos aleja más (hablo desde la experiéncia...nos equivocamos tanto). Mar me ha abierto las puertas en el momento en que me he acercado con empatía, con ganas de escuchar, "con un me alegro de que te lo hayas pasado bien" en vez de " ten cuidado con lo que haces por ahí", "con un disfruta mucho" en vez de " a las ocho en casa no te olvides" . Mar no ha llegado un solo día fuera de la hora pactada, al llegar no ha tenido reparos en contarnos donde ha ido lo que ha hecho, feliz, ha compartido con nosotros sus experiéncia. Nos queda mucho por andar, mucho que aprender, pero estamos en el camino intentando conectar con el joven que un día fuimos. No podemos evitar que se equivoque, que se sienta fustrada muchas veces, no podemos evitarle momentos difíciles pero sí le podemos ofrecer que se sienta querida, acompañada, escuchada y no es fácil cuando también hay que lidiar con los propios demonios y con la propia educación recibida, en ello estamos.
Os recomiendo leer el artículo "pásatelo bien" publicado por Violeta Alcocer en el blog de
atraviesa el espejo me gustó mucho.
