ESTE ESPACIO NACE DE LA NECESIDAD DE COMPARTIR CON OTRAS MADRES, REUNIRNOS DE LA MANO DE NUESTROS ÁNGELES, A MÍ ME GUÍAN DOS, MAR (13 años)Y LUCÍA(2 y medio). BIENVENIDOS A LA TRIBU.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Su hijo una persona competente

Acabo de terminar un libro que me recomendó mi amiga Sabrina, para mí ha sido revelador. El libro es : Su hijo, una persona competente de Jesper Juul, terapeuta familiar danés. Jesper Juul propone transformar los valores tradicionales de la família jerárquica  tales como la obediencia o  la violencia física para educar, quién no ha oido la célebre frase: "un cachete a tiempo...". Me impactó cómo compara el funcionamiento de una familia tradicional como una estructura de poder parecida a estructuras totalitarias, en la que el ideal es la ausencia de conflictos, quién coopera goza de la seguridad de la vida familiar y quien no, sufre el castigo físico correspondiente, o su libertad aun más limitada.
Página tras página me abría los ojos dándome cuenta de cuántas veces se viola la integridad de los hijos, en nombre de su educación. Un ejemplo clarificador que Juul expone:
Un matrimonio con su hijo de 2 años, visita a unos amigos, el matrimonio no ha llevado ningún juguete para su hijo y quiere que mientras los adultos charlan, el niño esté sentado tranquilo, al principio bien pero al rato el niño comienza a pasear por la casa. Encuentra encima de una mesa un martillo y lo coge. Mamá dice: nene deja eso ahora mismo! y Papá dice: nene haz caso a mamá, no puedes jugar con herramientas de mayores!. El niño está absorto jugando con el martillo y continua, se le cae al suelo y acto seguido Papá se levanta y le da un cachete o dos en el trasero, el niño empieza a llorar y su padre lo sienta en su regazo pidiéndole que deje de llorar.
El niño rompió las reglas y hubo un castigo. El niño no ha aprendido a respetar los límites sino a temer el castigo además de no expresar su sufrimiento. El adulto pide al niño que respete los límites pero no se han respetado los límites del niño. Simplemente con haberle quitado el martillo de las manos y haberle dicho "No quiero que juegues con el martillo",sí, el niño hubiera llorado, pero su integridad permanecería intacta.
He aprendido la importancia del lenguaje personal, hablar en primera persona al niño sobre lo que queremos o no : Quiero que te pongas las zapatillas, o no quiero que hagas ruido, nos hace asumir nuestra responsabilidad a la hora de establecer límites, ni violamos su integridad, ni delegamos en ellos la responsabilidad con frases cómo: Cariño, me gustaría leer un rato tranquila.

En cuanto a los castigos físicos sea una bofetada o un cachete en la nalga: la violencia es violencia  no hay más que decir.


Otra reflexión, es sobre la pubertad, me pareció interesante. La mayoría de la gente la asociamos a problemas, conflictos, discusiones, los chicos/as se sienten confusos e inquietos. Los conflictos dependen de que los padres estemos dispuestos a asumir estos cambios también en nosotros mismos.

Juul propone adoptar nuevos valores, fomentando la igual dignidad entre  padres e hijos, respetando sus necesidades, la mayoría de las veces los hijos tienen lo que quieren pero no lo que necesitan.

Lo cogí en la biblioteca, pero lo voy a comprar, no puede faltar en mi cabecera, seguro que más de una vez volveré a sus páginas para no olvidar...

1 comentario:

Sabrina dijo...

Wapa!
Que sepas que me has hecho media entrada.
En breve (o no tan breve, me lo quiero leer otra vez) comentaré este libro y haré un enlace a esta entrada :)
Un beso y bienvenida a la blogosfera!