Trabajo y maternidad

Durante dos años y medio he tenido la suerte de poder disfrutar cada minuto de la crianza de Lucía, acompañar a Mar en una etapa de cambios, que como a cualquier niño de su edad (13) le han provocado a veces confusión, a veces enfado. He podido estar ahí, al lado de las dos y me siento agradecida por ello.

 Mañana me incorporo al mundo laboral y mi corazón tiembla, aunque me repito una y otra vez una frase muy manida "lo que importa es la calidad del tiempo, no la cantidad", soy consciente que la presencia es fundamental, no voy a engañarme. Pero cómo tiempo no me va a sobrar para ofrecer, sí es cierto, me queda la calidad.

Mar es fantástica entiende que es necesario que vuelva a trabajar y me anima "choca esos cinco mama" a Lucía la senté en mi regazo y le expliqué que iba a empezar a trabajar y tendría que estar mucho rato fuera de casa,  que la quería con toda mi alma, que iba a estar más rato con su papa y su yaya y cuando yo volviera a casa íbamos a estar muy juntas. Lucía mientras me abrazaba, asentía con la cabeza y me miraba de reojo... mi amor..cómo las voy a echar de menos!. 

 Es importante pasar largos ratos jugando con nuestros hijos o haciendo actividades conjuntamente. Pero más importante que hacer todo esto, es el hecho de hacerlo “con todo nuestro ser” puesto en ello. Haciendo valer nuestro compromiso con ellos, volcándonos por completo en ellos y entregándonos a la experiencia de estar juntos. De hecho, igual de valioso que ir al parque de atracciones es no hacer nada, siempre y cuando en ese no hacer nada con ellos esté puesta toda nuestra atención. (Vioileta  Alcocer)